- La Policía tuvo que actuar para proteger la integridad de los detenidos y la de los propios policías.
- En la primera intervención se consiguió detener a los siete autores de un robo con violencia y lesiones
- Seguidamente se localizó al agresor de un apuñalamiento del que se tuvo conocimiento durante la primera operación con el descubrimiento de una plantación de marihuana
La Policía Nacional ha detenido en Alicante a once personas de nacionalidad española, en el barrio de Requena por los presuntos delitos de robo con violencia, lesiones empleando arma blanca y atentado a los agentes de la autoridad.
Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del 23 de mayo cuando una persona recriminaba a unos viandantes el tirar piedras contra la ventana de su domicilio. Por esta razón, intentó grabar con su móvil con la intención de guardar imágenes de lo ocurrido, motivo por el que los arrestados le propinaron una paliza y le arrebataron el teléfono empleando la violencia.
Denunciados los hechos, y tras una investigación por parte de la Comisaría de la Policía Nacional de la Comisaría del distrito Norte se pudo identificar a los presuntos autores de la paliza, estableciéndose un dispositivo especial con la colaboración del Grupo Operativo de Respuesta (GOR) y el grupo de motos de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) al objeto de poder detener a los culpables asegurando el lugar y en evitación acciones y represalias.
A la vez que se estaban practicando las detenciones, y a escasos metros del lugar, el Centro de Inteligencia de Mando Control y Coordinación comunicaba la recepción a través del 091 de que se acababa de producir un apuñalamiento y cuyo requirente mantenía visión directa del agresor.
Por lo que parte de los agentes que se encontraban en el operativo inicial, acudieron a la llamada localizando al agresor y la víctima, en el piso del primero procediendo a la detención de ambos y a la asistencia del herido que presentaba una herida por arma blanca. Como consecuencia de esta actuación se pudo comprobar cómo en el interior de la vivienda donde se produjeron los hechos se encontraba una plantación de marihuana con alrededor de 150 plantas, por lo que fue necesario posteriormente la realización de un registro en el mismo, resultando detenida la esposa del agresor por tráfico de estupefacientes.
El origen de la reyerta, según las primeras investigaciones, podría deberse a un posible ajuste de cuentas entre dos clanes del barrio por el control de la venta de droga, motivo por el cual en el momento de la intervención, se congregaron en la vía pública, una multitud de vecinos que reclamaban su propia justicia, generándose un clima de tensión en el que la multitud animaba a agredir a los policías actuantes incluso con amenazas de muerte, por lo que la Policía tuvo que requerir más refuerzos y emplear la fuerza indispensable para proteger a los detenidos, a los viandantes que se encontraban en la calle y para defenderse de las agresiones que recibían debiendo emplear material antidisturbios.
Finalizada la actuación se intervinieron gran cantidad de material contundente con el que amenazaron y agredieron a los policías.
La actuación se saldó con cinco policías heridos y la detención de dos personas por el presunto delito de atentado a la autoridad.
La investigación continúa abierta para la localización de otros autores que participaron en la reyerta.
