La Policía Local de Alicante establece vigilancia y controles nocturnos en las calas del Cabo de la Huerta para evitar botellones y aglomeraciones

  • El operativo va dirigido a prevenir el consumo de alcohol, evitar aglomeraciones, mantener limpia las zonas donde se ubicaban grupos de personas e indicación de prohibición de no tener música o modular el volumen de las conversaciones para no molestar al vecindario, y en materia de tráfico, mantener los paseos peatonales libres de vehículos estacionados sobre zona peatonal en cala Cantalar
  • Las denuncias impuestas por la Policía Local a los jóvenes en el Cabo han sido fundamentalmente por consumo de alcohol en la vía pública, tenencia de drogas, miccionar, ensuciar la zona con restos de vasos y botellas y tener mal estacionados los vehículos
  • La Policía Local va a mantener el control y la vigilancia en las calas, donde se están congregando grupos de hasta 20 jóvenes para evitar aglomeraciones frente al COVID, y que se realicen botellones en el Cabo de la Huerta

La concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante informa que la Policía Local ha montado un operativo especial para vigilar la Cala Palmera y Cantalar, en el Cabo de la Huerta, donde se están reuniendo los jóvenes con grupos de hasta 20 personas durante las noches, y los agentes han impuesto un total de treinta y siete denuncias, desde el lunes al viernes, por consumo de alcohol en la vía pública, tenencia de drogas, miccionar, ensuciar la zona con restos de vasos y botellas, y tener mal estacionados los vehículos y ciclomotores en Alicante.

El Ayuntamiento ha señalado que este operativo policial se va a mantener entre semana y se reforzará de viernes a domingo, para lograr evitar aglomeraciones que podrían conllevar contagios de COVID, y que se celebren botellones que están prohibidos, así como para atender las quejas y denuncias vecinales de ruidos, música y concentraciones de jóvenes en estas zonas.

Las intervenciones policiales también se han dirigido además a mantener la limpieza en las zonas donde se ubicaban grupos de personas e indicación de prohibición de no tener música o modular el volumen de las conversaciones para no molestar al vecindario, y de otra parte, en materia de tráfico, mantener los paseos peatonales libres de vehículos estacionados sobre la zona peatonal en cala Cantalar donde se ponen los ciclomotores sobre el paseo.

El concejal de Seguridad, José Ramón González, ha señalado que “en las últimas semanas se ha observado que los jóvenes, ante el fuerte dispositivo que hay en toda la ciudad, se están congregando en la zona de las calas del Cabo de la Huerta para hacer botellón”, al tiempo que avisa que “vamos a ser inflexibles, vamos a multar y se van a mantener los controles todos los días para evitar primero aglomeraciones, ya que debemos mantener las preventivas medidas de seguridad y protegernos frente a un rebrote de la pandemia del COVID, y que no se consuma alcohol o drogas, se ensucie toda la zona, se hagan hogueras también, y se moleste a los vecinos con la música”.

La Policía ha desalojado a los jóvenes congregados a lo largo de las calas esta semana en cada intervención que han realizado, y sancionado a los grupos que estaban consumiendo alcohol, así como también por tener los vehículos mal estacionados, miccionar en la vía pública o no tener seguro de responsabilidad civil e ITV caducada.

Además el edil de Seguridad ha hecho un llamamiento a la juventud “no podemos permitir ningún rebrote de COVID y debemos avanzar por el bien de la salud de todos, de la economía y el en general de la sociedad, llamo a la responsabilidad que hemos demostrado desde el primer día con un comportamiento ejemplar, no podemos volver a retroceder a la fase 1, debemos luchar por nuestra salud y que Alicante avance para no volver atrás”.

Sanciones durante el fin de semana

Durante este fin de semana también se intervino para disolver un total de cinco botellones, todos ellos en la zona del Cabo de las Huertas, donde los agentes montaron un dispositivos fijos de vigilancia para evitar que se volvieran a ocupar las calas. Los botellones estaban a la altura de la calle Océano y la zona de Cala Cantalars, donde se logró denunciar a las personas por consumo de alcohol en la vía pública y desobediencia.

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