La mayoría de la gente piensa que Papá Noel es un invento que hemos importado desde Estados Unidos y que los Reyes Magos son mucho más ‘españoles’. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Resulta que el auténtico Santa Claus original no venía exactamente del Polo Norte, sino de otro lugar que tenemos mucho más cerca. Muchísimo más cerca.
Para entender esta historia tenemos que conocer primero quién fue San Nicolás. Nacido en la actual Turquía a finales del siglo III, fue famoso por su filantropismo hacia los pobres. Uno de los milagros que se le atribuyen a Nicolás, fue el convertir unas monedas normales de poco valor en piezas de oro para sacar a unas jóvenes hermanas de la pobreza y la prostitución. En concreto, la tradición dice que echó estas monedas por la chimenea de su casa y milagrosamente cayeron convertidas en oro dentro de unos calcetines.
Patrón de Alicante y Ámsterdam
San Nicolás fue uno de los santos que más ‘triunfó’ en la Antigüedad. Muchos lugares lo acogieron como patrón, como en Bari, Ámsterdam, Turquía, Rusia o Grecia. También en Alicante, dado que el rey castellano Alfonso X el Sabio reconquistó la ciudad a los musulmanes un 4 de diciembre de 1248 y dos días después mandó construir la actual Concatedral sobre la antigua mezquita. Se dio la circunstancia de que el 6 de diciembre, es el día de San Nicolás.
Hacia el siglo XVI en Ámsterdam surgió una curiosa tradición popular, según la cual todos los 6 de diciembre su patrón San Nicolás resucitaba y llegaba a la ciudad holandesa para poner dulces junto a las chimeneas.
Durante aquel tiempo Holanda pertenecía a la Corona Española. Posiblemente algún funcionario alicantino que trabajaba allí comentara con los lugareños que San Nicolás también era el patrón de su ciudad. Fuera como fuese, lo cierto es que en Ámsterdam acabó forjándose la leyenda de que San Nicolás (‘Sinterklaas’ en el idioma flamenco) venía en barco desde Alicante.
Los americanos y Dickens
Décadas después un grupo importante de holandeses inmigraron hacia América en busca de una mejor vida. Fundaron una ciudad en la costa este de los actuales Estados Unidos a la que llamaron Nueva Ámsterdam. Años más tarde sería conquistada por los ingleses, que la cambiarían el nombre a ‘Nueva York’.
Los ingleses conocieron allí esta peculiar costumbre holandesa, y siguieron practicándola. Eso sí, el personaje Sinterklaas pasó a tener un nombre más anglosajón: Santa Claus. Con la independencia americana, esta tradición se fue extendiendo hacia todos los Estados Unidos.
El célebre escritor británico Charles Dickens viajó a América en 1842 para impartir conferencias contra la esclavitud. Allí conoció de la existencia de este peculiar personaje y lo incluyó en su obra ‘Cuento de Navidad’. Desde entonces Santa Claus cambió su día de trabajo al 25 de diciembre.
La tradición triunfó en Reino Unido y llegó hasta Francia, donde fue rebautizado como ‘Père Noël’ (literalmente ‘Padre Navidad’). Por alguna razón cuando llegó a España traducimos ‘père’ a nuestro idioma, pero conservamos la palabra francesa ‘noël’.
Aparece la Coca-Cola
Ya en el siglo XX la Coca-Cola se dio cuenta del enorme potencial de este personaje, cuyos derechos no pertenecían a nadie, y lo convirtió en su imagen de publicidad. Desde entonces se inventaron que vestía de rojo (el color de la marca), que vivía en el Polo Norte, que viajaba en un trineo con renos y un sinfín de cosas más para hacerlo más mitológico e interesante, desde el punto de vista publicitario.
De ahí nuestra creencia de que Papá Noel es una ‘americanada’. Nada más lejos de la realidad, resulta que sus inventores (los holandeses) decían que vivía en nuestra terreta. El auténtico y original es alicantino.
Si esto hubiera ocurrido en los tiempos actuales, nos habríamos enterado al instante. Pero en el siglo XVI seguramente apenas nadie en Alicante podría conocer que en Ámsterdam tenían una tradición que nos involucraba directamente. Así que esta historia pasó desapercibida en nuestra ciudad por los siglos de los siglos.
Curiosamente, en Holanda hoy en día siguen celebrando la llegada del Sinterklaas con los dulces el 6 de diciembre, pero desde hace años también han adquirido la costumbre de que Papá Noel deje regalos el día 25 de diciembre. De hecho la mayoría de los holandeses ni se imaginan que estos dos personajes, en realidad, son la misma persona.